sábado, 26 de marzo de 2011

PORQUE ASI ES EL PADRE-DIOS. Y ASI ES JESUS, SU HIJO


Dios, que es el Padre de todos, no puede reinar entre los hombres sino haciendo justicia a los que nadie hace (Sal. 72,12-14;146,7-10).
Dios ha creado un solo mundo para todos sus hijos por eso el Reinado de Dios que quiere Jesús (Mc. 1,14-15), que tendrá su plenitud en el banquete, en la fiesta definitiva (Mt. 8,11-12; Lc. 13,28-29; Mt. 15,21.23), en lo que llamamos "el cielo", supone ya aquí la etapa histórica del Reino. Es decir: que ya aquí, en este mundo, y ahora en todo tiempo, tenemos que ir haciendo una comunidad, una sociedad, con un nuevo modo de vida (Mt. 7,21.26; 13,20-21) basada en la igualdad y solidaridad de los hombres hermanos, hijos dedos, libres.
Por eso una sociedad que margina a la gente, que abre una "creciente brecha entre los ricos y pobres", en la que "el lujo de unos pocos de convierte en insulto contra la miseria de las grandes masas", y una religión que tolera tales marginaciones no está de acuerdo con el mensaje de Jesús sobre el Reinado de Dios: "Esto es contrario al plan del Creador y al honor que se le debe".

LOS POBRES SON LOS PRIVILEGIADOS DEL REINO DE DIOS


Lo que Jesús quiere decir con esto es que los pobres y necesitados de este mundo, los que no cuentan en esta sociedad son los privilegiados deslieron. Se trata de los pobres reales, de gentes más desgraciadas según los criterios del mundo. para esto preferentemente viene Jesús. Y no para los ricos, los privilegiados según el mundo.
Jesús va actuar consecuentemente con esta proclamación.
¿Por qué Jesús hace esta proclama y actúa así? Pues porque Jesús entiende bien que Dios es el Padre de todos los hombres. El ha hecho un solo mundo para todos sus hijos por igual. Es un buen padre. ¿Cómo va a querer que haya marginaciones entre sus hijos? Si a alguno privilegia el buen padre es al hijo más infeliz y necesitado por la razón que sea.

JESUS, EL HOMBRE LIBRE FRENTE AL EXITO


El éxito da prestigio, renombre, abre puertas, es halagador. Su divinización, la falta de libertad ante él lleva muchas veces a la hipocresía, mentira, calumnia... La ambición de éxito lleva a sobornar y a prostituirse.
El tentador llevó a Jesús a Jerusalén,
"lo puso en lo alto del templo y le dijo: Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: "Encargará a sus ángeles que cuiden de tí y te guarden..." (Lc. 4,9-12).
Es la necesidad de ganar, de tener éxito, de vencer... y así tener renombre y gloria humana.
Jesús nunca hizo un milagro buscando la admiración de la gente, el éxito espectacular, el hacerse valer (Mc. 8,11-12; 15,29-32). Tampoco buscó su gloria:
"Si yo mismo me procurase gloria, mi gloria no valdría nada; es mi Padre quien me la procura, el que ustedes dicen que es su Dios, aunque nunca lo han conocido... Pero lo conozco bien y cumplo su mensaje" (Jn. 8,54-55).
"Gloria humana no la acepto... ¿cómo les va a ser posible creer a ustedes, que aceptan gloria unos de otros y no buscan la gloria que se recibe sólo de Dios? (Jn. 5,41-44).
Resucitado, no se hizo ver de los grandes (Pilato, el Sumo Sacerdote...) sino de aquellos pobres hombres y mujeres que él había elegido, le habían dejado solo (Mc. 14,15), y les costaba creer en él (Mc. 16,11-14).
Jesús fue libre de la necesidad de ganar: supo perder y así ganó verdaderamente (Flp. 2,5-11).

viernes, 25 de marzo de 2011

לקבלת שם

 
"ואז המלאך אמר להם, 'אל תפחד, כי הנה, אני מביא לך בשורות טובות של שמחה גדולה אשר תהיה לכל העם. לקבלת שם נולד לך את היום הזה בעיר דוד מושיע, מי הוא המשיח האדון "