martes, 28 de diciembre de 2021

¿QUÉ BUSCÁIS?

Jesús al comenzar su ministerio, quiso responder a los más profundos anhelos humanos.
Yendo solo por las margenes del río Jordán, Jesús se dio cuenta que dos hombres lo seguían...
Sintió tras sus huellas el caminar de unos hombres que añoraban algo. Era la humanidad en búsqueda, En esos pasos resonaba la larga marcha de Israel por los desiertos en perseguir la tierra prometida; en esos pasos había un eco de tantos pobres y profetas que esperaban un Mesias.
Presintió que allí había pasta de apóstoles. Volviéndose hacia ellos les preguntó: “¿Qué buscáis?”
Quisiéramos reflexionar sobre esta pregunta primera del Evangelio que tiene validez más allá de la circunstancia en que fue pronunciada. Puede ayudarnos hoy a reorientar nuestras propias marchas.
“¿Qué buscáis?” Detrás de esas palabras, Jesús deseaba saber hacia dónde querían ir esos hombres y por qué abandonaban sus seguridades, por qué dejaban a su antiguo maestro.
Jesús, que en el Evangelio enseñó preguntando, se vuelve hoy también hacia nosotros porque quiere saber tras qué cosas andamos. ¿Qué queremos realmente? En nuestro trabajo, en nuestra familia, cuando vamos a descansar, cuando discutimos de política ¿Qué vamos buscando? ¿Vale la pena hacer lo que estamos haciendo? ¿Nuestro caminar nos conduce alguna parte?
El problema no es sólo personal. También lo tiene planteado la sociedad en su conjunto. Qué busca una sociedad, qué metas perseguimos como pueblo... Si queremos desarrollarnos ¿Qué progreso, en verdad, nos interesa? Cuando nos imponemos, y mucho más cuando nos imponen sacrificios ¿Qué se busca? ¿Cuál era nuestro proyecto real cuando nos impusimos la tarea de volver a la democracia? ¿Queríamos la libertad, la igualdad de oportunidades y derechos, la justicia, la verdad?
Las utopías y los sueños determinan una parte importante de nuestros desvelos. Una sociedad sin metas es una sociedad estancada. Del mismo modo una sociedad que proclama objetivos que en realidad no busca, tarde o temprano quedará cruelmente burlada. Es tarea primordial de los líderes, proponer objetivos y corregir las esperanzas falsas que llevan al fracaso.
El hombre es maestro en esconderse y camuflar sus anhelos. Uno de los primeros frutos del pecado que experimentó Adán fue su necesidad de ocultarse.… y Dios le salió al encuentro con una pregunta lacerante que es un llamado a la verdad: “Adán, ¿Dónde estás?” (Gen. 3,9) Lo invitó a atreverse a salir del matorral que lo escondía y enfrentar su propia realidad. Las ideologías, las medias verdades, las pasiones humanas hacen muy difícil que el individuo y la sociedad se atrevan a decirse realmente qué andan buscando. Los prejuicios, los intereses de clase, los temores, las tradiciones nos quitan la libertad para escuchar la pregunta de Jesús y para responderla con honradez. “¿Qué buscáis?”...
Uno de los grandes desafíos pedagógicos es enseñar a buscar, a soñar, a ponerse metas que valgan la pena... y a dar la libertad para iniciar la marcha. Lo que uno busca define el camino que se recorre y en cierto modo anuncia lo que uno encontrará. La búsqueda orienta la marcha. Quien nada busca no sólo andará errante, sino que perdido todo rumbo jamás llegará a meta alguna.
Con mil variantes el hombre tiene un camino trazado un “camino real” para su vida. Ese camino lo hizo salir de Dios su creador y lo conduce hasta encontrarse un día con el Rostro del Señor que es padre y fin de todos los desvelos. Si la senda escogida no termina golpeando la puerta de Dios, el ser humano habrá errado su más profunda vocación. Todo lo que el hombre tiene, todo lo que es, todo lo que hace debe afirmar su paso hasta llegar a Dios.
Es bueno tomar conciencia de que si nosotros andamos en búsqueda es porque previamente el Señor anda tras de nosotros como mostró en el Génesis. Es Él quien nos busca con pasión, que quiere encontrarnos... pero ese encuentro nunca será posible si libremente no nos ponemos nosotros en su camino. Dios jamás va a tronchar nuestra libertad.
Es consolador constatar que todos los caminos, por errados que sean, se cruzan algún día con el camino de la Vida verdadera si nos atrevemos a reorientar los pasos. Por eso es bueno hacer resonar en nosotros con honradez la pregunta de Jesús “¿Qué buscáis?”. Nunca es tarde para responder.

 

lunes, 13 de diciembre de 2021

Los que querían seguir seguir a Jesús

Mientras iban de camino, un hombre le dijo a Jesús: —Señor, deseo seguirte a dondequiera que vayas. Jesús le contestó: —Las zorras tienen cuevas y las aves tienen nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde recostar la cabeza. Jesús le dijo a otro: —Sígueme. Pero él respondió: —Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre. Jesús le contestó: —Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú ve y anuncia el reino de Dios. Otro le dijo: —Señor, quiero seguirte, pero primero déjame ir a despedirme de los de mi casa. Jesús le contestó: —El que pone la mano en el arado y sigue mirando atrás, no sirve para el reino de Dios.
San Lucas 9:57‭-‬62 


Jesús vive apasionadamente la vida porque lleva en su corazón un amor apasionado a su Padre, a los desventurados y al Reino.

martes, 23 de noviembre de 2021

Un gran Privilegio

Sublime Gracia que siendo esclavo me subió al estrado del Rey y mas aun me hizo sentar junto a El. 
Lo que importa es tu pocision e identidad en Cristo 🔥.
Ahora es importante saber que es un regalo no por méritos propios sino a través de la cruz el acercarse a Dios siempre tendrá recompensas cuando a través de la fe accedemos a ese hermoso privilegio.
Es un tiempo crucial y no lo pospongas porque siempre estará sus brazos abiertos.


lunes, 25 de octubre de 2021

Cuatro pasos para liberarnos.

1.- Invierte bien tu tiempo.
2.- Decide a base de principios 
3.-Elige a base de principios.
4.- Evalúa en poner en práctica los tres primeros puntos 😃

miércoles, 22 de abril de 2020

Cuando eres traicionado por un amigo

Porque no me afrentó un enemigo, Lo cual habría soportado; Ni se alzó contra mí el que me aborrecía, Porque me hubiera ocultado de él; Sino tú, hombre, al parecer íntimo mío, Mi guía, mi familiar; Que juntos comunicábamos dulcemente lo secretos, y andábamos en amistad en la casa de Dios

(Salmos 55:12-14)

 

Reflexión: Aun cuando nadie puede elegir a las personas que quiere tener como familia, los amigos, forman parte de ese selecto grupo que podemos considerar familia, sin compartir necesariamente lazos sanguíneos, por lo que cuando alguno de ellos nos traiciona, nada nos duele más como esta clase de herida. La traición “es una falta contra la confianza, que se comete al quebrantar la fidelidad o lealtad que se guarda a una persona o causa”, este acto, es causal de un gran daño que debe considerarse pecado, y en muchos casos la reacción ante este mal puede llegar a ser peor si nos dejamos llevar por los sentimientos de un corazón herido. Jesús nos dio ejemplo cuando luego de que Judas, quien fuera uno de sus discípulos y encargado de la administración del dinero, lo traicionara, aun así, Jesús le llamó amigo, como lo leemos en Mateo 26:50 “Y Jesús le dijo: Amigo, ¿a qué vienes? Entonces se acercaron y echaron mano a Jesús, y le prendieron”. Jesús no le llamó amigo por ironía, sino por dolor y tristeza, que Judas a quien le había entregado su amor y confianza, en ese momento le traicionaba, en Salmos 41:9 se lee: “Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que mi pan comía, Alzó contra mí el calcañar.” Habrá momentos cuando nuestros amigos nos confronten con amor para ayudarnos, pero también existirán otros que nos traicionarán, pero no significa que todo está perdido. Si tu amistad en algún momento se ve afectada por la deslealtad y la falta de confianza, siempre debes tratar de remediar el conflicto, y lo primero que debes hacer es aclarar la situación, ya que muchas veces los problemas se deben a la falta de comunicación, siendo en la mayoría de los casos, al final todo un mal entendido, aunque hay traiciones que nos marcan más que otras, es necesario que puedas perdonar sin importar cuánto mal te hayan causado, así lo demanda la palabra de Dios en Colosenses 3: 13 “Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó; así también hacedlo vosotros.” Si bien es cierto que suele ser difícil perdonar a quienes nos han fallado, la clave para hacerlo es recordar lo mucho que Dios nos perdonó, y además pensar en su amor infinito nos ayuda a amar sin tener que traicionar, quizás la amistad se termine por la traición si es una falta muy grave, pero otorgar el perdón es propicio para encontrar la paz y mantenernos en el camino, pues el rencor solo daña nuestro corazón.

Paz y Gracia. 

miércoles, 27 de noviembre de 2019

MATRIMONIO

Dios es el autor del matrimonio, el es quien lo instituyó. Cristo quien es el modelo por excelencia para cada esposo, quien es la autoridad y jefe de la esposa y de los hijos, en el sentido humano. La esposa quien es el corazón del varón, la que se debe ser amada y respetada por el esposo y los hijos. Y por último, los hijos quienes debe obediencia, sujeción., respeto y amor a la madre y al padre y a Cristo, quien es la cabeza y autoridad de la Iglesia que está en la casa.